Durante el debate se puso en primer plano el valor social y productivo de los agricultores familiares, que son sin embargo los eslabones más vulnerables de la cadena y a menudo padecen pobreza y numerosos obstáculos para acceder a servicios básicos.
San José, 5 de octubre de 2023 (IICA) – La agricultura familiar es estratégica para el continente y tiene en el cooperativismo una herramienta clave para mejorar su desempeño y aprovechar sus oportunidades, coincidieron ministros y líderes del agro durante la Conferencia de Ministros de Agricultura de las Américas 2023, que se lleva adelante en la sede del Instituto de Cooperación para la Agricultura (IICA), en San José de Costa Rica.
“Incluir a la Agricultura Familiar, las Mujeres y las Juventudes para el desarrollo de los Sistemas Agroalimentarios”, fue el título de uno de los foros de discusión, cuyo disparador fue la exposición de Graciela Fernández Quintas, Presidenta de la Alianza Cooperativa Internacional para las Américas (ACI).
Durante el debate se puso en primer plano el valor social y productivo de los agricultores familiares, que son sin embargo los eslabones más vulnerables de la cadena y a menudo padecen pobreza y numerosos obstáculos para acceder a servicios básicos.
En la conferencia que organiza el IICA, que se realiza hasta el jueves 5 de octubre, participan ministros y autoridades del área de agricultura de los 34 estados miembros del IICA, además de altas autoridades nacionales y de organismos internacionales, líderes rurales, académicos con reconocimiento mundial y representantes del sector productivo e industrial.
En la ceremonia de apertura fueron oradores los presidentes de Panamá, Laurentino Cortizo, y de Guyana, Mohamed Irfaan Ali, quienes fueron reconocidos por el IICA debido a su compromiso con la agricultura y la seguridad alimentaria en la región.
“Las cooperativas son actores imprescindibles del desarrollo sostenible”, dijo Fernández Quintas, en representación de la ACI, que tiene a 315 organizaciones cooperativas asociadas en la región.
“Existimos y resistimos a lo largo del tiempo. En el mundo hay más de 3 millones de cooperativas, con más de 120 millones de miembros, que generan 280 millones de empleos, cerca del 10% del total de los empleos mundiales”, explicó.
Productores en la pobreza
Fernández Quintas subrayó la enorme diversidad de los sistemas agroalimentarios del continente pero advirtió que hoy los habitantes de la ruralidad enfrentan un escenario complejo, con millones de productores en la pobreza. “Seguimos viendo escasos resultados en comparación con nuestro potencial transformador. Ese es el más grande reto del sector”, reconoció.
También admitió que “la realidad muestra una población rural envejecida. Debemos abrir oportunidades para los jóvenes. Hay una extrema necesidad de un relevo generacional en el campo”.
En ese sentido, reclamó que las cooperativas tengan voz no solo en la toma de decisiones, sino que sean incluidas por los países, además, en el diseño de las políticas agrícolas.
“Sin producción agrícola –agregó Fernández Quintas- no hay alimentos ni seguridad alimentaria, pero tampoco hay negocios. La agricultura familiar es estratégica y las cooperativas son una herramienta fundamental para aumentar su capacidad negociadora, tanto para vender sus productos como para comprar insumos y acceder a servicios”.
Señaló, además, que en las Américas las cooperativas son empresas autogestionadas, que manejan recursos financieros para ellas y sus asociados y dan oportunidades para el empoderamiento a las mujeres rurales y espacios de conocimiento a los jóvenes, con los que se combaten las migraciones del campo a las ciudades.
La Viceministra de Desarrollo Rural de Colombia, Martha Carvajalino, coincidió en el rol decisivo para la seguridad alimentaria que cumplen los agricultores familiares.
“Producen el 60 o 70% de los alimentos que consumimos pero son los sujetos más vulnerables de nuestra sociedad; los que padecen mayores carencias en acceso a bienes pero también sufren un déficit de reconocimiento social”, señaló.
Carvajalino dijo que en Colombia es imprescindible fortalecer a los campesinos tanto para cuidar el ambiente como para conservar la paz en los territorios rurales.
Andrea García, Directora de la Oficina de Estudios y Políticas Agrarias (ODEPA) de Chile contó que en ese país hay 230.000 productores de la agricultura familiar, de los cuales 22% son mujeres.
“Vemos un envejecimiento del sector –admitió- y estamos trabajando para fortalecer a los agricultores familiares y campesinos, a través de la reducción de las brechas que sufren para acceder a recursos naturales y productivos. Impulsamos, por ejemplo, el acceso al crédito para riego, que estaba fuera del acceso de los pequeños agricultores”.
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